Algo extraño está sucediendo: los vampiros parecen estar creciendo en número. Y cuando se descubre que un estudiante universitario italiano tiene un chip de computadora, que aparentemente lo ha convertido en un vampiro "artificial", levanta más que unas pocas cejas. Aunque se retira el chip, el estudiante revive, matando a muchos en su búsqueda de su amante, a quien fue atrapado en el acto de hacer uno propio. Hellsing se mueve para detener esto, pero parece que hay más de una persona interesada en el niño. Los agentes de Hellsing son asesinados, y Seras está gravemente herido. No por el estudiante, sino por un hombre llamado Alexander Anderson, miembro de la sección 13 del Vaticano, la organización Iscariote. Aunque tienen la misma misión que Hellsing, las dos organizaciones son enemigos jurados, y cuando aparece Arucard, tiene lugar una batalla acalorada. Uno pensaría que un humano no sería rival para los vampiros, Anderson demuestra tener más de un truco bajo la manga.